14 Mar Donde acaba «Crazy» de Aerosmith …

Escrito por: Víctor Moratalla y A.P. . 

Queridos amigos:

¿Alguna vez os habéis preguntado si puede haber rarezas musicales tan increíbles a las que NO PODÉIS DAR EXPLICACIÓN?.

¡Creednos si os decimos que las hay! Y esta es una de ellas. ¡PREPARAOS!

Hace unos años, A.P. y servidor, buscando e investigando nuevas canciones, encontramos un tema musical que se titula «Como te extraño» de un cantante de rancheras que se llama Pedro Fernández. Os ofrecemos las versiones en directo y en estudio, para que las podáis disfrutar:

Directo:

Estudio:

Al principio, simplemente, nos encantó y la incluimos en nuestra musicoteca de AIAEM. Pero, esta vez, fue A.P. el que, tras escucharla literalmente 20 veces aquel día del descubrimiento, se dio cuenta de un matiz muy peculiar el cual, aquí y ahora, os lo vamos a desvelar.

En titulares se resumiría con esta frase interrogativa: «¿ES UNA CONTINUACIÓN «RARA» DE «CRAZY» DE AEROSMITH O «CRAZY» ES UN REMAKEADO DE ESTA RANCHERA?»

Para averiguarlo, el primer paso que dimos fue comprobar los años de salida de las dos canciones.

a) La ranchera data del año 2000, justamente cuando el Euro estaba empezando a ser implantado en Europa.

b) La de Aerosmith, en cambio, se publicó en 1993, justo 7 años antes de la propuesta. Aquí tenéis el tema propuesto para que lo podáis escuchar y situaros.

Así que la de Pedro Fernández es posterior.

Y, nos pusimos a pensar si «Como te extraño» puede ser una copia de «Crazy». Bueno, pues, la respuesta que damos al respecto es que «SÍ Y NO ES COPIA» ¿Cómo se come esto?.

No es copia ¡en toda la canción! ya que le mete un ritmo de ranchera (aunque, muy cierto es que la influencia es bastante clara). Pero, sí es copia en los primeros acordes que se escuchan desde el minuto 00:00 hasta el 00:19 (no os diremos todavía en qué parte es copia) .

Pero, ¿y si resulta que INCOSCIENTEMENTE la ranchera es una continuación de Aerosmith?. Para que lo podáis comprobar, os ofrecemos que hagáis este experimento que está estructurado en estos pasos:

1º – Poned en paralelo las dos canciones. Esto se consigue abriendo dos reproductores en paralelo en el ordenador.

2º – Escuchad así las dos canciones en paralelo (una, dos, tres veces,… las que hagan falta). Esto es bueno para que grabéis el ritmo de ambas en vuestras cabezas.

3º – Posteriormente, tenéis que escuchar en la de Aerosmith desde el minuto 04:27 hasta el final y la de Pedro Fernández desde el minuto 00:00 hasta el 00:19.

4º – ¡Eureka!: Habréis adivinado la parte que se copia. Aquí tenéis la respuesta:

¡Las dos se conectan!.

Pero, ahora ¿qué ocurriría con nuestra audiencia si decimos que las dos son una «bilogía inconsciente»? Los dos capítulos se resumirían así:

– «Parte Aerosmith»: Nos reflejan el amor de dos personas en la juventud. Un chico ama la locura y la forma de ser de la chica.

Aquí, entre medias, podríamos sacar un nexo que une a las dos partes y ese, sin duda, sería el factor del matrimonio, que, por cierto, lo llevaron tan en secreto que ¡NO NOS DIMOS CUENTA DE NADA!.

– «Parte Pedro Fernández»: Tras vivir juntos un tiempo, resulta que esta pareja ha comprobado que lo que les unía, ya no lo viven con la misma ilusión. De ahí, sacamos que otro capítulo secreto podría ser su separación. Y, en este periodo, él se acuerda de ella (de ahí la unión lograda con el fin de la otra canción, la cual se repite en este tema unas cuantas veces), y por ello la echa de menos y quiere volver a recuperar a la chica amada (no hay más que escuchar el estribillo para comprobarlo). Aunque, es verdad, que se deja ver un un poco de la locura en la que entra el hombre inconscientemente con eso que dice «si esto es quererte, hoy renuncio al amor».

Si esto es así, estamos ante otro descubrimiento increíble que la música nos ha brindado en secreto.

¿Os quedáis convencidos?, ¿estáis de acuerdo o no? Nosotros, con estas pruebas que os mostramos en audio, para apoyar este artículo, estamos muy convencidos de lo que decimos.

Si opináis otra cosa o queréis compartir opiniones, estamos dispuestos a escucharos y leeros.